Sin embargo, es saludable recordar, desde que asomó su nombre para la candidatura presidencial; cuando el oficialismo, sabiendo lo que se le venía encima, comenzó a torpedear los movimientos de la nueva líder de la oposición. Como por ejemplo: intentar torpedear la realización de las elecciones en el país, obstruir el registro electoral internacionalmente, ofrecer un tímido proceso de registro electoral nacional para los nuevos votantes; pasando por las torpezas del régimen con el tema de las tarjetas y los candidatos ante en el Consejo Nacional Electoral. Todos los obstáculos fueron saltados, exceptuando su candidatura misma; pero, también encontró una salida. Y vaya que salida.

Estos impedimentos del agónico régimen siempre estuvieron acompañados de tácticas perversas, como lo del referéndum para la recuperación del territorio Esequibo; consultas inútiles para elaboración de proyectos de obras comunitarias; aumentos salariales, bonos; etc. Ningunas resultaron.

Hoy día, cuando entramos al mes previsto para el inicio de la campaña electoral, oficialmente; con apenas 20 días para desarrollar lo que pudo haber sido una fiesta electoral nacional, no queda otra que concentrase en la búsqueda del voto y la defensa del mismo; … con todos los hierros, de ser posible, hasta con los dientes.

El esfuerzo del voluntariado de cada una de las organizaciones políticas o civiles, motivadas para conseguir lo que busca María Corina, debe trascender a los colores de las banderas y las franelas que siempre las han acompañado; pero, que hoy no existen. Están secuestradas por el régimen.

El trabajo en la calle, buscando el voto con el tarjetón electoral en la mano, preferiblemente en la población que fue chavista, con el nombre del candidato Edmundo González, representando a los tres partidos que lo inscribieron; y el mensaje esperanzador de la líder de este proceso de cambio; son las herramientas contundentes que tenemos para lograr los objetivos trazados. Ya las pasiones partidistas quedaron atrás, vendrán otros tiempos.

Librado el obstáculo para conformar el Padrón Electoral, superada la canallada de intentar defenestrar a los Testigos Electorales, podrán surgir otros, pero el terreno andado nos dice que no hay vuelta a atrás. El triunfo es inminente.

De aquí en adelante no permitamos la entrada a las especulaciones informativas del régimen para desmotivarnos, rechacemos todo cuanto viene de ellos y démosle cabida al mensaje esperanzador de María Corina, con verdadera unidad y firmeza.

De allí que, VOTAR, se torna imperativo; pero, defender el voto, …también.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com