La función principal de los gobiernos locales, dice Andrade, es administrar bien los recursos provenientes de los impuestos, convertirlos en beneficios colectivos para el pueblo. Pero, antes tiene que recabarlos a través de las herramientas que, por ley, proporciona la municipalidad por medio de la Ordenanza que surge del seno de la Cámara municipal. Lo que allí reza es ley, y el deber de todos es acatarla.

Manifestar es un derecho que tenemos todos los venezolanos, siempre que sea de forma pacífica; y lleve consigo esta expresión de inconformidad, la solución de los problemas que la originan.

No puedo detenerme a desmenuzar los porcentajes de la propuesta que hizo el burgomaestre de Cristóbal Rojas a quienes generan la riqueza del municipio para ponerse al día en el pago de sus tributos, porque la desconozco en sus términos contables; pero, llama profundamente mi atención los contenidos de los audios que se oyen en las redes; sobre todo viniendo de quien debe hacer gala del equilibrio y la ponderación para gobernar.

Epítetos de mal gusto y descalificaciones para quienes lideran estas protestas no conducen a la paz y la tranquilidad de un pueblo, que, si bien es cierto buscan respuesta a su inquietudes; seguro también buscaban ser escuchados para promover una mesa de dialogo. No creo que al ciudadano alcalde, Humberto Marte, le convenga un punto de quiebre de esa tranquilidad; como tampoco le conviene a los comerciantes provocar ásperas situaciones de conflictos con consecuencias incalculables.

De allí que desde esta Cámara de comerciantes, junto con los directores ejecutivos que me acompañan, ofrecemos nuestros servicios de mediación para, por lo menos hacer el intento de buscar una solución donde la municipalidad no vea mermados sus ingresos; pero, tampoco los comerciantes sientan el duro golpe en sus gavetas. Todo tiene solución, importante es buscarla antes de entrar en un combate innecesario.

En principio, dice Andrade, se impone la disposición de dialogar; bien sea por intermedio de una comisión tripartita en una Mesa de Trabajo, o promover la vía de la distención a través de interlocutores válidos y distanciados del problema que pone en riesgo la paz y la tranquilidad de todo un pueblo. Estamos a la orden. Terminó diciendo Andrade.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com