Mamá es nuestra primera fuente generadora de amor, de nuestro alimento emocional, por tanto nos hace sentir o no "merecedores". La relación emocional que mantenemos con nuestra madre precisa "cuánto dinero va entrar en tus bolsillos".

Nuestra madre fue quien nos trajo al mundo, simbolizando para nuestro inconsciente nuestro niño(a) interior, la vida misma y que tanto te sientes merecedor(a) de "recibir" de ella. Y si ese "niño(a)" ha recibido o captado rechazo, desmerecimiento, alejamiento, cólera o abandono emocional, de igual manera se sentirá con la vida misma, con la "madre tierra". En consecuencia, rechazará todo lo que brinda esa madre tierra, cómo lo es el dinero.

Si el dinero en tu vida está bloqueado, entonces la invitación es a asumir que tienes atascado el merecimiento, sin importar todas las excusas que pueda plantear tu ego. Es momento de mirar el pasado de la mano de tu niño(a) interior y dejarlo expresar esas carencias vividas junto al dolor que le acompañan.

¿Y por qué papá va a precisar mis deudas? Pues. porque él representa la seguridad y la protección, además de ser el proveedor en el clan familiar. El padre es el que siembra la semilla de la prosperidad en el hogar. Y el responsable de, independientemente de la cantidad de semillas plantadas (dinero), hacerlas germinar, crecer, desarrollar y cosechar.

Los problemas financieros no son culpa de la crisis en la economía o la situación en un país. Son consecuencia de las crisis emocionales que vive tu niño(a) interior. Lo que mora en tu mundo interno, ya que al dejar de reconocer e integrar a nuestros padres nos quedamos enquistados como niños, esperando que venga otra persona a solucionar nuestros problemas financieros por nosotros. Es decir, nos mantenemos esperando por "papá y mamá".

Es momento de reconocer y explotar la abundancia que te rodea, dispuesta al alcance de tu mano para ayudarte a realizar tu proyecto o misión de vida. Comienza el camino que te conduzca al autoconocimiento y te convierta en un adulto emocional que te permita llegar a afirmar "soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma", citando a William Ernest Henley en su poema Invictus, y que no significa más que eres dueño de tus pensamientos y, en consecuencia, creador de tu realidad.

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Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico o psicológico. Si es de su interés, el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.

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