Escucha nuestra radio on line Somos del Tuy Radio - De Los Valles para ti
Independencia
Los Valles del Tuy, 29/9/2024 El inexorable paso del tiempo nos toca a todos. La condición humana o natural de los seres o cosas no está exenta al inevitable desgaste.
Así pareciera que nos está hablando la mata de mamón, que está en la esquina de lo que antes fuera la casa parroquial de Santa Teresa del Tuy; justo en la intersección de las calles Falcón y Sucre.
El mamón o mamoncillo, cuyo nombre científico es Melicoccus bijugatus, familia de la Sapindaceae, es un árbol frutal que crece en la zona intertropical de América. Su fruto es muy apetecible por el venezolano por su mezcla de sabor dulce y ácido. Tiende a dar su cosecha en los meses de julio y agosto.
Este árbol, que nació voluntariamente, es decir no fue plantado con intención; creció adosado a la pared del porche de la antigua casa parroquial. No hay fecha precisa de su primer retoño, pero, se puede especular nació de la casualidad porque los jardines de la plaza Simón Bolívar de Santa Teresa del Tuy estaban cundidas de este planta, y eran prolíferas en su carga. Lo cual nos hace presumir que cualquier peatón pudo haber lanzado su semilla al referido porche, luego de disfrutar la deliciosa pulpa.
De la tradición oral pudimos extraer testimonios que dan cuenta de la ocasión en que el padre Pablo José Hernández, tereseño nativo, intentó trasplantar el pequeño arbolito a los jardines de la plaza Bolívar, no sin antes consultar con las autoridades de turno; pero el permiso le fue negado por el Jefe Civil Municipal, con el pretexto de la abundancia de este tipo de árbol en la plaza. Allí quedó.
Aquel arbolito fue creciendo de forma natural. El frondoso follaje siempre dio sombras a muchos tereseños o transeúntes de los pueblos vecinos que se reunían en esta esquina, bien para la charla incipiente de costumbre o para esperar el transporte que lo llevaría a las poblaciones vecinas Santa Lucía o Petare. Todavía están las barandas de hierro donde se sentaban los asiduos visitantes del lugar, acompañadas por un Hidrante contra incendios que nunca ha sido usado.
No se conoce de alguna carga frutal que este mamón haya tenido en su trayectoria de vida útil, lo cual lo hace titular, como muchos otros en la población, del originario refrán: “un mamón macho”.
Pero, su robusto y fuerte tronco, así como sus gruesas y extensas ramas siempre sirvieron para soportar pancartas de campañas políticas, haciendo publicidad a candidatos presidenciales o festejos populares; las cuales colgaban desde la parte más alta del árbol hasta los caballetes del techo de la vieja residencia parroquial.
Si algún testimonio gráfico podemos mencionar sobre la existencia de este frondoso mamón, es la pintura que realizará la tereseña Zhenia Fuentes Alcalá, en 1980; hoy día reconocida médico del pueblo y docente universitaria; a quien se le ocurrió la maravillosa idea de pintar la escena desde el portal de su casa, enfocando la casa Parroquial, la cúpula del templo y el hermoso follaje del árbol; incluyendo a los asiduos visitantes.
Hoy día, con cierta nostalgia, los tereseños podemos ver como el tiempo hizo lo suyo contra el hermoso árbol, convertido más bien en un riesgo para los transeúntes del lugar; llegando a la culminación de un ciclo, sin tiempo preciso, que obliga a apagar su existencia. Se nos va el mamón, pero nos queda su silencioso recuerdo.
Rafael González
rafagonrg@gmail.com