Escucha nuestra radio on line Somos del Tuy Radio - De Los Valles para ti
Gente Positiva Venezuela
Miércoles, 13/11/2024 Durante años la figura del maestro ha representado en todas las sociedades expresiones de afecto, respeto, dedicación y entrega absoluta por esta noble profesión. El maestro(a) ha contribuido efectivamente al desarrollo armónico y exitoso de nuestra sociedad. Ellos son héroes anónimos quienes con su trabajo forman el futuro de toda nación. El maestro(a) debe ser digno de profundo respeto y admiración.
En Venezuela desde hace algunos años, dicho respeto se ha venido fracturando paulatinamente y ahora nuestro insigne maestro(a) debe enfrentarse a la más terrible realidad que vive nuestra deteriorada sociedad.
Esto se debe a muchos factores entre ellos podemos mencionar la excesiva cantidad de recaudos administrativos que se deben consignar durante cada lapso, los tristes salarios que deben percibir mensualmente, la intromisión casi grotesca de algunos padres y representantes quienes se creen "pedagogos" y pretenden decirle al docente cómo hacer su trabajo, el terrible comportamiento de la mayoría de los estudiantes quienes carecen de los más mínimos valores de convivencia ciudadana los cuales, al parecer, brillan por su ausencia en los hogares. ¡Qué calvario de sufrimientos y humillación vive nuestro maestro de hoy!
El maestro debe recibir una gran cantidad de jóvenes provenientes, en la mayoría de los casos, de hogares destruidos y disfuncionales donde el respeto y la decencia son palabras no conocidas. Antes de entrar al aula, el docente reza algunas oraciones y se encomienda al Todopoderoso para salir vivo de su "labor académica". Respira profundo, mira al cielo, busca alguna razón que le recuerde por qué está ahí y luego entra al aula de clases.
¡El maestro NO es niñero de nadie! ¡El maestro NO puede reparar el desastre de hogar que el niño tiene! ¡El maestro NO puede hacer milagros y convertir corazones llenos de violencia e inmoralidad en ciudadanos de valor! ¡El maestro NO puede hacerlo solo! Él necesita con urgencia de la valiosa ayuda de los padres. Mientras no reconozcamos esta terrible falla nuestra educación seguirá rumbo al desastroso abismo. Todavía hay esperanza...
Prof. Ángel Espinoza
angelalexander11@hotmail.com