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Independencia
Domingo, 15/10/2023 Desde el siglo V, la iglesia católica comenzó a utilizar la campana como instrumento para llamar la asistencia de la feligresía. La rigurosidad del servicio religioso, dentro y fuera del templo, impuso la costumbre de acudir a la misa previo al tañer del bronce, evocando un mensaje de aviso o recuerdo, bien sea arrebato, anunciando muerte, gloria, día de bodas, fiesta o calamidad. De allí que se podía ver un campanario en cada iglesia construida en cualquier parte del mundo.
Con el paso del tiempo, aprovechando las alturas de las torres, la iglesia incorporó el reloj a la infraestructura con el propósito de mantener a los habitantes del pueblo informados de la hora, como para mantener el recuerdo de la misa. En los tropiezos de la historia se han conocido los relojes de agua, de arena y de sol; más adelante el conocimiento del hombre le dio a la humanidad el reloj mecánico, el cual se fue convirtiendo en automático, electrónico y ahora digitalizado.
Estos instrumentos para medir el tiempo tenían cuatro esferas para cubrir los cuatro puntos cardinales, lo cual facilitaba ver la hora desde cualquier parte donde estuvieses.
El reloj del templo a Santa Teresa de Jesús, en Santa Teresa del Tuy, marca el tiempo desde la construcción de su nave principal, a comienzos de la segunda mitad del siglo XX; aunque, con el paso de los años, los movimientos sísmicos, la erosión y hasta el vandalismo, han paralizado sus agujas; por lo que el Párroco apela a la cooperación de los devotos para que los tereseños y visitantes del pueblo tengan una referencia de la hora.
El viejo reloj, fabricado por la empresa D'horloges Monumentales, de la firma Pretre Pere & Flia, Modelo #517, está pasando por su segunda recuperación de mano de un grupo de ciudadanos voluntarios que encabeza Domingo Rasquin, conocido relojero de la ciudad; en compañía de los colaboradores José Puente, Genaro Vargas, Alejandro Vegas Rasquin, Alex Giannuicio, Duarte Manuel, Darwin Escalona, Piter Philis, Carlos Mammarella; cada uno con trabajos y aportes diferentes para poner a funcionar la máquina; entre otros.
Lamentablemente, Dice Rasquin, el reloj no se pudo colocar a tiempo en el campanario, con motivo de las celebraciones del cumpleaños de la Santa Patrona, pero, estará en exhibición, por un tiempo en la nave principal del templo para que los tereseños se familiaricen con la máquina, que será colocada después de las Fiestas Patronales; para seguir marcando el tiempo desde lo más alto.
Queremos agradecer, dice Rasquin, la confianza que depositó en nosotros el padre Juan Mijares, para emprender este cometido; el cual realizamos con mucho entusiasmo y dedicación, al tratarse de la iglesia de nuestra Patrona.
También se hace necesario recuperar el espacio del campanario, donde va el reloj; puesto que presenta algunas condiciones de humedad y desgaste que requieren reparación. Exhortamos a la comunidad, especialmente a las autoridades municipales, a los industriales y comerciantes para que ayuden en esta tarea. Pronto tendremos la hora de Dios al día en el campanario del templo. Terminó diciendo el relojero.
Rafael González
rafagonrg@gmail.com
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