Conocimientos procedentes de prácticas milenarias como los que nos brindan la medicina tradicional china o la Ayurveda, señalan que desde los pies parten los meridianos, que son canales que forman una red por todo el cuerpo por la cual fluye o circula el "qi" (energía vital). Si este flujo de energía se encuentra bloqueado, se genera dolor o enfermedad. Por lo que los terapeutas restauran el flujo del "qi" mediante presión, agujas, succión, calor o imanes en cientos de puntos específicos a lo largo de los meridianos.

En este sentido, una de las prácticas terapéuticas más difundidas es la reflexología podal. Ésta se viene practicando desde el antiguo Egipto y la milenaria China, y se basa en la idea de que nuestros pies reflejan un mapa de todo nuestro cuerpo, como si tuviéramos en él un "holograma". Cada zona y punto en los pies corresponde y se relaciona a un órgano o sistema en el cuerpo.

Al estimular estos puntos mediante masajes, presiones e imanes, accionamos como si mediante el teclado de un computador enviáramos mensajes a todo el cuerpo, pudiendo así aliviar tensiones, mejorar la circulación sanguínea, reducir el estrés y promover la relajación. Además de ayudar a equilibrar el funcionamiento de los órganos y sistemas del cuerpo.

La sesiones de reflexología suelen ser muy agradables para la persona que la recibe y durante las mismas se detectan esas zonas reflejas que hablan de los órganos y sistemas del cuerpo que requieren especial atención, ya que al manipular el pie encontraremos áreas que presentan características especiales como sensibilidad, durezas o "grumos", variación de la temperatura, la apariencia o consistencia en relación al resto del pie. Y aplicando presiones suaves en estos puntos específicos podremos estimular o relajar la energía, según sea el caso, promoviendo así la armonía en el cuerpo. Proceso que puede verse potenciado mediante el empleo de imanes (biomagnetismo holográfico).

La reflexología podal constituye un método sencillo, inocuo y de fácil práctica. Sin contraindicaciones más allá de las que nos señala el sentido común como son el presentar enfermedades infecciosas, eczemas, golpes, heridas, trombosis, flebitis o aquellas que llevan a no manipular los pies si no se es un médico especializado.

Aprender y practicar la reflexología podal te ayudará a dar mejores pasos en el camino para procurar tu bienestar y el de tus semejantes.

Si tienes interés en algún tema específico, puedes escribirme por mis redes sociales @bio_rafael06 o al correo rafael.biomagnetismo@gmail.com y con gusto los iremos tratando.

Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico o psicológico. Si es de su interés, el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.

Rafael EN BIO

rafael.biomagnetismo@gmail.com