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Tiempo de Bienestar
Los Valles del Tuy, 26/4/2022 ¡Hola apreciados lectores! En el año 2020 se publicó un estudio muy interesante denominado “El papel de la emoción en la Conducta Alimentaria” en este estudio definen las emociones como un fenómeno conductual complejo que involucra varios niveles de integración neuronal y química que pueden afectar la respuesta alimentaria a lo largo de todo el proceso de ingestión: la motivación de comer, las respuestas afectivas a los alimentos, la elección, la masticación e incluso la velocidad con que se ingieren.
La relación entre las emociones depende del contexto, de la variabilidad de la emoción, excitación e intensidad, así como de la variabilidad fisiológica. De estos aspectos proviene el concepto de “comedor emocional”, también descrito como un individuo que utiliza la comida como un mecanismo para hacer frente a las emociones negativas (ira, apatía, frustraciones entre otras).
Claro que estas emociones negativas estarían aun más presentes en situaciones de estrés y desencadenan la búsqueda de alimentos como azúcares y grasas; denominados en estos casos “alimentos de confort”, estos provocan la liberación de sustancias en el cerebro que dan una sensación temporal de alivio, creando así un círculo vicioso en el que se comen estos alimentos en exceso para saciar necesidades emocionales y nunca físicas.
Esto nos permite realizarnos la siguiente interrogante ¿Tienes hambre real o hambre emocional? En caso de que te sientas identificado con este círculo vicioso, te comparto 6 recomendaciones para evitar ser un comedor emocional:
1. Identifica la causa, hora y detonante de esa necesidad de comer: estrés, presión laboral, conflictos familiares o relaciones amorosas pueden ser una causa común, en cuanto a las horas, después del desayuno o almuerzo son horas fáciles de identificar como hambre emocional.
2. Garantizar sueño y descanso realmente reparador: El descanso adecuado las horas completas de sueño (6 a 8 horas) garantiza un control en el apetito.
3. Actividad física regular o habitual: la secreción de serotonina, hormona de la felicidad, y dopamina, hormona de la relajación, disminuyen las emociones negativas.
4. Tomarse el tiempo necesario para cada comida: en estos casos el Mindfulness o atención plena es una excelente herramienta para lograr la liberación de leptina a nivel cerebral, esta hormona envía al cuerpo la sensación de saciedad.
5. Aumentar frecuencia de comidas: en 3 comidas principales y 3 meriendas, como un hábito, designando un horario fijo para cada una de éstas.
6. Incluir en nuestra rutina diaria, a través de la meditación, respiración consciente, mindfulness o atención plena, estrategias o herramientas para la relajación o canalización del stress
Definitivamente orientación y ayuda profesional siempre será la mejor decisión para afrontar y solucionar esta condición, Psicólogos, Psiquiatras y Nutricionistas tienen las herramientas para salir de este círculo vicioso.
Si quieres mas recomendaciones nutricionales sígueme a través de mi cuenta en Instagram @carinenavas y los invito a sintonizar Tiempo de Bienestar edición Radio @Tiempodebienestarfm todos los sábados de 12:00 a 2:00pm por TOP 88.5fm. Para Consultas Nutricionales, On-line o presenciales escríbeme al wsp: +58424-139.22.20.
María Cariné Navas
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