El panorama cambia. Más allá de la aseveración de Bloomberg, el Fondo Monetario Internacional, la Cepal (Comisión Económica para América Latina y El Caribe), Fedecámaras, Consecomercio y el propio Gobierno, haciendo por cierto honor al refrán "Cada pulpero alaba su queso", en cuanto a que Venezuela lo queda de año mostraría un crecimiento económico del 10% en cuanto a su Producto Interno Bruto (PIB): lo que incide en incremento de exportaciones y generación de empleos por parte de la Empresa Privada.

Pero, para "hablarlo en criollo", un kilo de azúcar ya cuesta 11,50 Bs, el precio de la Harina Pan subió a 14 B. (aunque en muchos establecimientos se consigue en 17 Bs.). Y así, los 250 g de mantequilla 8,50. etc, etc. Tanto que el salario mínimo y consecuentemente las pensiones del Seguro Social y Misión "Amor Mayor", decrecieron de unos 30 dólares promediados, ¡a la mitad!. Así las cosas... Cabe destacar que repercute también en esto, el costo de numerosos bienes y servicios a los que accede la población.

Hay expertos en materia bursátil que se decantan por la idea que la administración de Maduro no podrá sortear por mucho tiempo, su intervención en el mercado cambiario, a menos que esté dispuesto a agotar las reservas internacionales que posee Venezuela. Y esto, por la sencilla razón de que a medida que el gobierno va emitiendo bolívares, va ofreciendo mayor poder de compra y las divisas, se adquieren con mayor facilidad.

Sin embargo, ésto implica una mayor caída de las reservas del Banco Central de Venezuela, que ya de por sí ha perdido alrededor de 400 millones de dólares en los últimos meses. Cómo decía el hombre de agudo razonamiento, (Político y Escritor), Teodoro Petkoff en su paradójica y jocosa frase: "Tamos mal, pero vamos bien". O como bien reza el dicho popular: "Amanecerá y veremos". Por favor: Protejamos los imprescindibles derechos de niñas, niños y adolescentes.

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Alberto Hidalgo

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