Brito prepara a los niños en nociones básicas de teoría, solfeo, canto y cuatro. “Los vinculamos con nuestra música navideña. Si no motivamos a los niños para que quieran nuestra herencia melódica, dentro de pocos años, nadie la defenderá. Y en lugar de cantar “Aguinaldo del Callao” o “El Niño del Ávila”, se cantará “Titi me preguntó”, advirtió.

Agregó que a la enseñanza del acervo musical se suma el aprendizaje de valores y la ampliación de habilidades cognitivas. “Cuando un niño aprende música, ajedrez o un idioma nuevo, la red neuronal de su cerebro se amplía y los procesos mentales superiores mejoran”, afirmó.

Adriana García, madre de una parranderita, dijo estar complacida por el taller. “Agradecida con el profesor por el apoyo y dedicación que tiene con los niños, enseñándoles a valorar nuestra música. Brindándoles la oportunidad de desarrollar sus potencialidades en el área musical”, expresó. Víctor Tirado comentó el impacto en su niño, tras iniciar el taller. “Noté que mi hijo presentó cambios favorables. Maneja con más fluidez el cuatro y su vocabulario. Tiene más concentración en los estudios”.

Las audiciones son los martes, jueves y domingo de 3 a 6pm, en el salón de fiestas, al lado de la escuela de Arichuna.

Agencias