Si sufres de parásitos, el conflicto presente más común es el denominado "de entrega del poder". Es decir, encontrarse ante el hecho de experimentar un abuso y sentirse parasitado por parte de los demás. Hablamos de tener la sensación de que te invaden, viven de ti o, por el contrario, sentirse como un parásito de otra persona.

Los niños tienden a sufrir de parásitos porque se dejan invadir demasiado por el mundo de los adultos. Con frecuencia se sienten obligados a esforzarse en no ser ellos mismos con el objetivo de ser queridos por los adultos.

Cuantos más de estos organismos tiene una persona, se encuentra recibiendo mensajes que le señalan que le está dando demasiada importancia a situaciones que realmente no la merecen y que no requieren tanta atención y espacio en su vida. Las que seguramente vive como inaceptables dado esos malestares digestivos que le acompañan.

Mira también si se presenta una separación incomprensible o chocante, un abandono o falta de apoyo y no se tiene certeza de cómo se afrontará la vida. La presencia de parásitos en tu cuerpo te recuerda que nadie puede parasitarte si tú no se lo permites. Sólo tú puedes dejarte invadir. No necesitas esforzarte para ser otra persona, creyendo que así te querrán más. Tienes todo lo necesario para ser una persona digna de ser amada y aceptada. Respétate y los demás te respetarán. Nunca dejes entrar ningún pensamiento tóxico o creencia inútil, del mismo modo que no dejarías entrar a cualquiera en el seno de tu hogar.

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