Todo comenzó a finales de los años 90, dice García, cuando nos encontramos para tomarnos unos tragos y ensayar algunas canciones. Esto ocurrió en una pequeña tasca, ubicada en la avenida Lamas, conocida como “La Portiña”, propiedad de una pareja de portugueses, Antonio y María; la cual visitábamos con frecuencia.

Durante el ensayo, entre tragos y la conversación informal con los amigos José Miguel Ulloa, el popular “Capachivo”; el poeta Larry Hurtado, Gerauld Sánchez, el maestro Kiko y mi persona; relata García. La señora María nos dice: “Muchachos por qué ustedes no preparan una serenata, en la madrugada, para la patrona”.

Fue de inmediato la reacción de todos los presentes. Aceptamos el reto y nos pusimos a montar unas piezas de la canta criolla; para ello era necesario esperar que amaneciera, lo cual prolongó la ingesta etílica.

Con el entusiasmo que acompaña siempre este tipo de parranda; y tal vez, motivados por la cercanía a la culminación siglo XX y entrada al nuevo milenio; el 15 de octubre del 1999, desde las 4 de la madrugada, estábamos sentados en las escaleras del templo, esperando que el padre José Antonio Ugartemendía abriera las puertas del tempo para asomar la imagen de la Santa, como es la costumbre popular.

Fue así como el maestro Kiko le dio el tono musical a Gerauld, quien cantó un pasodoble; Capachivo arrancó con una pieza recia llanera; el poeta Larry se lució con Conticinio; y culminé yo con “Como llora una estrella”. El entusiasmo fue de tal magnitud que la gente que pasaba para ver la imagen de la santa, se fue parando en las puertas del templo para contemplar el espectáculo improvisado. Al final entregamos un contrapunteo entre “Capachivo” y mi persona, que arrancó los aplausos del público.

Desde entonces, cada 15 de octubre, quienes quedamos todavía en el plano terrenal, damos lo mejor de nuestro repertorio en homenaje a nuestra Patrona. Luego se fueron sumando los folkloristas del pueblo, como el profesor Marcos Cloralt, José Francisco Macuare, conocido como “El Carrao de Oriente”; Juan del Campo, Mónico Figueroa, Dilia Palacios, Ingrid Volcán, Domingo Hernández, Julio César Pérez; entre otros que se me escapan de la mente.

La iniciativa fue tomando cuerpo cada año, se incorporaron otros cantantes y músicos; incluso llevábamos un libro para tomar la asistencia a la serenata

En esta oportunidad, cuando se cumple 251 años de la elevación a parroquia del templo, en homenaje a nuestra patrona, quienes fuimos pioneros de esta expresión voluntaria, nos proponemos convertirnos en una Asociación Civil, sin fines de lucro, para darle fortaleza a la tradición de la Serenata a Santa Teresa.

Es propicia la ocasión de esta entrevista, hacer un reconocimiento a quienes nos apoyaron con esta iniciativa; como son los señores Mauricio Echandía, María Gracca, Carlos Conde; los dueños de La porteñita”; entre otros. Terminó diciendo el cantautor Enrique García.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com