Estimular la mente estudiando algo significativo, dedicar tiempo para la meditación consciente, aumentar los actos de bondad, dar caridad, alimentar mi alma a través de la lectura espiritual o conectarme con mi canción. Muchos de los que me conocen me han preguntado a qué me refiero con eso de "mi canción". Les explico: una forma de conectarte con tu propia canción especial es a través del Salmo que corresponde a tu edad. El nuevo Salmo que empiezas a recitar en tu cumpleaños, cuando tu alma vuelve al punto en que entró en este mundo y comenzó a cantar su propia melodía.

Cada año, en tu cumpleaños, surge una nueva dimensión de tu canción. Accedes a esa energía leyendo conscientemente tu nuevo Salmo cada día del año. Pero, ¿qué es el Libro de Salmos? Es una colección de 150 canciones compiladas por el Rey David, que personas de todo el mundo han estado recitando durante siglos en tiempos de alabanza, acción de gracias, crisis, oración y necesidad.

¿Cómo encuentras tu canción o tu Salmo? Tomas tu edad, añades una cifra más, y ese es el número de tu Salmo. En mi caso, cumplo 45 años, comienzo a recitar el Salmo 46 todos los días hasta mi próximo cumpleaños, cuando comenzaré con el Salmo 47. La mayoría de nosotros crecemos en un mundo donde la vida es prescindible, donde nuestras contribuciones individuales no son reconocidas y donde no hay una sensación real de que la vida es significativa. En la raíz de esta inquietud y descontento está la profunda convicción de que "no importa". Es una creencia que si yo apareciera en algún lugar o hiciera algún tipo de contribución, no afectaría a las personas que viven en él. Piénsalo un minuto. Si no sientes que haces una diferencia en el mundo, ¿qué tan emocionado puedes estar por las cosas que haces y las decisiones que tomes? Cuando te despiertas por la mañana y sientes que lo que haces ese día no importa de todos modos, ¿cuán comprometido puedes estar?

El nacimiento es la manera de Dios de decir "tú importas", esto significa que eres absolutamente necesario. Eres indispensable para la visión del mundo de Dios, elegido para cumplir una misión en este mundo que tú y solo tú puedes lograr. Al igual que las notas musicales de la gran composición divina, cada uno de nosotros tiene nuestra música única que tocar.

Entonces, ¿marcaría la diferencia si nunca hubiera nacido? Recuerda, antes de nacer, no habría sido una catástrofe si no aparecieras; nadie te extrañaría porque nadie te esperaba. Por supuesto, podemos justificar nuestra existencia una vez que nacemos. ¿Pero nuestra existencia tiene algún mérito más allá de nuestras justificaciones?

La única razón absoluta por la que realmente importas es porque fuiste elegido por Dios para venir a este mundo. Las palabras "El nacimiento es Dios diciendo que importas". No porque creas que eres importante o porque otros te digan que eres, o por tu poder adquisitivo, valor monetario, apariencia, rendimiento o nivel de productividad. Eres importante porque Dios te puso aquí.

Tomando en cuenta mis 540 meses de vida, viene a mi mente una estrofa de una canción del Grupo Niche: Mejoraré la letra para que me entiendan…

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Adolfo Gelder

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