Debo crear un espacio sagrado en mi hogar, hacer que mi empresa sea significativa, ¿estoy usando bien el tiempo?, el tiempo perdido, hacer ejercicio, el uso de la tecnología para el bien, ayudar dentro de la comunidad, ayudar a otros a encontrar sus propias oportunidades de liderazgo, ésta y más son muchas de las cosas que me cuestiono en este momento.

Considero que la vida descansa sobre tres pilares: la mente, el corazón y la acción, por lo cual para fortalecer cada uno de esos tres pilares debo estimular mi psiquis estudiando algo significativo, designar tiempo para decir una oración sincera o para la meditación consciente, incrementar los actos de bondad, alimentar el alma a través de la lectura espiritual.

Tendemos a quedarnos estancados en nuestras rutinas diarias. En lugar de estar pegados a los ciclos y comportamientos regulares, debemos incorporar un nuevo ritual o tratar de ser espontáneos, utilizar la resistencia y la perseverancia para hacer bien lo que nos corresponde. Así como la inercia de la rutina le impide a uno comenzar, usar el impulso de la acción para mantener la bola en movimiento.

El día de cumpleaños de una persona a mi parecer es el día en que el alma fue enviada a la tierra para dársela a los demás, para iluminar el mundo con su luz especial, leí hace años que cada alma tiene su propia canción, esto de verdad me llamo mucho la atención y comencé a indagar sobre eso, al final descubrí que la canción especial es a través del salmo que corresponde a tu edad.

El nuevo salmo que comienzas a recitar en tu cumpleaños, cuando tu alma vuelve al punto en el que por primera vez entró en este mundo y comenzó a cantar su propia melodía.

Cada año, en tu cumpleaños, surge una nueva dimensión de tu canción, accede a esa energía leyendo atentamente su nuevo salmo cada día del año. ¿Cómo encuentras tu salmo?: Tomas tu edad, agregas un número más y ese es el número de tu salmo. Ejemplo: en mi caso estoy cumpliendo 43 años, debo comenzar entonces a recitar el salmo 44 todos los días de ahora en adelante hasta mi próximo cumpleaños cuando comenzaré con el salmo 45.

Ahora bien ¿El mundo sería diferente si no hubiera nacido? La mayoría de nosotros crecemos en un mundo donde la vida es prescindible, donde nuestras contribuciones individuales no son reconocidas, donde no hay una sensación real de que la vida es significativa.

Piensa en eso por un minuto. Si no sientes que marcas la diferencia en el mundo, ¿qué tan emocionado puedes estar con las cosas que haces y las decisiones que tomas? Cuando te despiertas por la mañana y sientes que lo que haces ese día no importa de todos modos, ¿qué tan comprometido o apasionado puedes ser?

El nacimiento es la forma en que Dios nos dice que importamos. Esto significa que somos absolutamente necesarios. Somos indispensables para la visión de Dios en el mundo, que estas elegido para cumplir una misión en esta vida que tú y solo tú puedes lograr.

Recuerda, antes de nacer, no habría sido una catástrofe si no aparecías; nadie te extrañaría porque nadie te esperaba. Por supuesto, podemos justificar nuestra existencia una vez que nacemos. Pero nuestra existencia ¿Tiene algún mérito más allá de nuestras justificaciones?

La única razón por la que realmente importas es porque Dios te eligió para este mundo, tu importas, no porque creas que eres importante, o porque otros te digan que lo eres, debido a tu poder adquisitivo, valor monetario, apariencia, rendimiento o nivel de productividad. Eres importante porque Dios te puso aquí. Creo que este mensaje tan simple y claro es medicina preventiva para gran parte de la tragedia y el sufrimiento que plaga nuestro mundo hoy en día: los tiroteos, el odio, los suicidios, las guerras…

Necesitamos llegar a todas las personas, a todos los niños, a todos los padres, a todos los educadores, a cada líder, con el mensaje: Tú importas. Tu vida y lo que haces con ella es importante. Usted es indispensable para Dios y para este mundo.

Esta es mi reflexión al cumplir 516 meses de vida, me llego la madurez …

Mejoraré la letra para que me entiendan …

Adolfo Gelder

adogel@gmail.com