Tienes suerte de que en el camino no hayas tenido un accidente.

Imagínate que hay niños que son dejados caer cuando son pequeños.

Y no estoy exagerando.

Un amigo me contó que, cuando fue a la India y le pidieron limosna, el señor que se la pidió se enojó cuando no le dio nada y tiró a su bebé al piso.

Sí, hay gente así de cruel.

Ese niño probablemente se fracturó algún hueso y nunca se recupere al 100%.

Hay otros que nacen bien pero alguna bacteria les roba la vista cuando son bebés.

¿No estás agradecido por todas las cosas que puedes leer?

Ellos no pueden leer un artículo como este.

Y no basta con esa suerte que has tenido.

Has sido bendecido con personas que han hecho un esfuerzo extra para ayudarte a tener éxito y progresar.

Tus padres.

Tal vez un entrenador.

Quizás un mentor.

Incluso algún extraño como yo tomándose su tiempo para escribirte esto.

La vida te ha dado tanto.

¿La honras todos los días como merece?

Porque si mientras lees esto eres un humano plenamente funcional, capaz de ser, actuar y pensar de manera independiente...

Estás viviendo el sueño de muchos.

Y el mundo no te debía eso.

El mundo y la vida no te debían nada.

Aun así, has sido afortunado.

Otros no tanto.

Esta información es gratuita.

Te invito a que aproveches unos minutos después de leer esto para reflexionar sobre tu vida.

Date cuenta de cuán afortunado eres y pídele disculpas a Dios y al universo si has sido ingrato.

Te repito: la realidad no te debe nada.

El mundo no te debe nada.

Sin embargo, no llegaste hasta aquí solo.

Y no llegarás más lejos solo tampoco.

Agradécelo...

@adogel

Adolfo Gelder

adogel@gmail.com