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Secretos del Hombre Estoico
Martes, 4/6/2024Acabo de arrancar el día a las 3 am porque se me juntaron un montón de responsabilidades que tengo que cumplir.
¿Solución? Me desperté 2 horas antes de lo habitual para encontrar tiempo para mis prioridades.
De hecho, traigo tanto momentum que de una vez te quise escribir este artículo.
No sé si ya despertaste o no, pero te lo escribo de una vez.
Y hoy te quiero transmitir algo para que elimines de una vez por todos los pretextos, la procrastinación y el sabotaje para que puedas multiplicar tu productividad, enfoque y desempeño.
¿Adivina cuál es uno de esos pretextos?
Sí...
"No tengo tiempo suficiente"
¡Ajá! Sí, claro.
Siempre puedes encontrar el tiempo.
Y si no me crees, basta con que te acuerdes de tu propia vida.
Piénsalo...
Cuando te estás quedando sin tiempo (por posponer las cosas procrastinando) y sabes que las consecuencias de no completar una tarea o proyecto clave pueden ser realmente serias...
Siempre pareces encontrar el tiempo para hacerlo.
No te hagas...
Sabes que tengo razón.
Generalmente es de "último minuto", la típica costumbre del venezolano de dejar todo para el último momento.
Empiezas temprano, te distraes un poco por aquí y por allá y cuando tienes el tiempo encima decides quedarte hasta tarde trabajando para terminar.
Finalizas con éxito el trabajo porque quieres evitar las consecuencias que tocarían tu puerta si no lo completaras dentro del límite de tiempo.
En esos casos estás usando a tu favor...
La Ley de la Eficiencia Forzada
Esta ley dice:
"Nunca hay suficiente tiempo para hacer todo, pero siempre hay suficiente tiempo para hacer lo más importante".
En palabras de mi mentor:
"No puedes comerte cada renacuajo y rana en el estanque, pero puedes comerte el más grande y feo. Y eso será suficiente, al menos por el momento."
Y esta es la realidad:
Cuando dices que no tienes tiempo de hacer todo lo que tienes en tu lista de tareas... tienes razón.
Vivimos en un mundo tan caótico y con tanto movimiento que sólo un robot podría hacer todo lo que sabemos que tenemos que hacer.
El problema no es hacer todo... el problema es que no estás haciendo las prioridades.
El problema es que no estás haciendo lo que tiene impacto.
El problema es que te estás comiendo los renacuajos pequeños e insignificantes en lugar de comerte los grandes e importantes.
El problema es que te estás enfocando en el 80% que tiene 20% de impacto en lugar de enfocarte en el 20% que tiene el 80% de impacto, como dicta la Ley de Pareto.
Nunca tendrás tiempo suficiente para hacer todo, pero siempre podrás encontrar tiempo para tus prioridades.
Y ¿Cómo sé cuáles son mis prioridades?
Fácil.
Analiza en qué has invertido tu tiempo la última semana y lo sabrás.
Muéstrame tu calendario y te mostraré tus prioridades.
Te espero.
Ve a tu calendario...
…
…
…
¿Listo?
¡Ves! No es que no tengas tiempo.
¡Estás poniendo pretextos!
Cuando te digas a ti mismo "no tengo tiempo" para X"....añádele a la oración "pero sí tengo tiempo para Y".
No tengo tiempo para emprender... pero sí tengo tiempo para salir con mis amigos a emborracharme todos los fines de semana.
No tengo tiempo para mejorar mis habilidades de comunicación…pero sí tengo tiempo para ver Netflix.
No tengo tiempo para tener novia…pero sí tengo tiempo para ver pornografia.
No tengo tiempo para hacer networking... pero sí tengo tiempo para ver la vida de otros en redes sociales.
No tengo tiempo para aprender un nuevo idioma... pero sí tengo tiempo para jugar videojuegos.
No tengo tiempo para hacer ejercicio... pero sí tengo tiempo para leer cómics de superhéroes.
No es cuestión de tiempo.
Es cuestión de prioridades.
Deja de poner pretextos.
Este y otros principios estoicos los podrás encontrar en la biografía de Epicteto
Fuentes Consultadas:
www.google.com
Gustavo Vallejo
@adogel
Adolfo Gelder
adogel@gmail.com