El león se le queda viendo y le responde: sí es cierto, el pasto es azul; el burro alimentando su ego por la respuesta le dice: es que el tigre no está de acuerdo conmigo, me contradice, me molesta, por favor castíguelo. Entonces el rey de la selva, el león declara: el tigre será castigado con 5 años de silencio. El burro se emociona, salta de felicidad y se va sabiendo que ganó la batalla.

El tigre decepcionado, acepta su castigo, no le queda de otra, pero antes de irse le pregunta al león: Majestad, por qué me castigó si después de todo, ¿sabe perfectamente que el pasto es verde? ¿Por qué me castiga? el león le dice: sí, estoy de acuerdo, el pasto es verde. Pero el castigo no tiene nada que ver con la cuestión de si el pasto es azul o verde o morado o rojo. El castigo es porque no es posible que una criatura valiente, que una criatura inteligente como tú pierde el tiempo discutiendo con un burro y encima venga a molestarme con esa pregunta.

La peor pérdida de tiempo que puede tener a alguien, es discutir con el necio y el fanático al que no le importa ni la verdad ni la realidad, sino únicamente la victoria de sus creencias e ilusiones de sus fantasías. Hay personas que por muchas pruebas que les presentemos, no tienen la capacidad para comprender. Y otras están cegadas por el ego, por el odio o por el resentimiento. Lo único que quieren es tener la razón. Dáselas, no pierdas tu tiempo, dales la razón.

No pierdas tu tiempo con necios

Éste y muchos temas más sobre los principios estoicos los pueden leer en la biografía de Panecio de Rodas

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Gustavo vallejo

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Adolfo Gelder

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