Sábado, 3/8/2024

Ser conforme en estos tiempos puede ser positivo o quizás negativo, pero si de algo estoy segura es que uno debe avanzar de forma individual sin importar el qué dirán.

Es bueno saber que la conformidad es el acto de adaptar actitudes, creencias y conductas para alinearlas con las expectativas sociales, lo cual implica aceptación pasiva y lleva a las personas a adaptarse a las expectativas externas, incluso contradiciendo sus deseos personales.

Ahora bien, existen muchos factores que pueden influir en la conformidad y pueden verse afectados por: cohesión de grupo, estatus social, compromiso individual y la importancia de la opinión pública. En pocas palabras, la tendencia del conformismo va de la mano con la presión social.

De acuerdo con el título en forma de interrogante, puede que la conformidad tenga matices positivos o negativos. Del lado positivo puede conducir a una reducción del estrés y la ansiedad, relacionados con la necesidad de cambio o mejoras constantes.

Sin embargo, el conformismo excesivo puede provocar un estancamiento en el desarrollo personal y profesional ya que las personas pueden no sentir la necesidad de buscar nuevas oportunidades o afrontar desafíos. Además, el conformismo puede conducir a una falta de autenticidad y a la supresión de la individualidad (lado negativo).