Desde básica hasta 3er año siempre estábamos en contacto, cuando pisamos el 4to año de bachillerato dejamos de coincidir porque yo me iba a estudiar a Ocumare del Tuy, ella se quedó en Charallave, creo que hay fue la única vez donde hubo una leve ruptura a pesar de que vivíamos relativamente cerca pero no compartíamos como antes.

Cuando nos graduamos de bachilleres los caminos se tornaron distintos para cada al llegar la etapa universitaria, en ese entonces yo me disponía estudiar la carrera de Comunicación Social en la Universidad Católica Santa Rosa y para mi mayor sorpresa ella también estaba allí en el proceso de inscripción, realmente fue mera coincidencia porque nunca tuvimos el tiempo para decirnos que queríamos a futuro y sin embargo la vida fue tan justa que quedamos en la misma sección (creí por señal divina que ahí debíamos recuperar el tiempo perdido de 4to y 5to año).

Transcurrió el tiempo, conocimos a otras chicas que también forman parte de mi historia y las considero tambien amigas. "Nani" se graduó primero que yo porque salí embarazada y de igual forma seguíamos en contacto pero con cierto distanciamiento, a fin de cuentas ella estaba viviendo parte de una etapa la cual yo no podía vivir a plenitud por ser madre tan joven.

Seguidamente, volví a retomar mis estudios y cuando me tocó defender mi tesis de grado ahí estaba ella tan incondicional junto con mi otra amiga, mi alegría era su alegría y viceversa ¡y bastante que me gustó verla allí!

Coincidimos mucho en subidas y bajadas a Caracas por nuestros trabajos, nos esperábamos siempre para ponernos al día en el trayecto del metro y ferrocarril a Los Valles del Tuy, todos los días teníamos algo que decir, jamás fueron aburridas nuestras pláticas y, para rematar, después nos veíamos en su casa los sábados o domingos por las tardes para seguir hablando (típico de unas comunicadoras sociales) debajo de la famosa mata de aguacate en el patio de su casa acompañado de café y otros aperitivos que hacía su mamá con todo gusto.

Para resumir... ahora mi Nani está en Chile, yo sabía que algún día iba alejarse de su tierrita para probar suerte como todo venezolano en busca de mejor calidad de vida, fue duro cuando la despedí en el aeropuerto porque lloré a moco suelto, una parte de mí se iba con ella, mi tristeza no era normal porque Nani ya no era mi amiga, era mi hermana y todo iba a cambiar a partir de ese momento. Fue duro no hablar con ella, tenerla cerca como antes y aunque el WhatsApp acorta distancia, nunca es ni será lo mismo.

Hoy por hoy nos resignamos a que cada quien está en lo suyo pero sin obviar el saludo, un acontecer que contar, un consejo, un extraño y un "algún día volveré a Venezuela" que muchas veces se torna lejos. En unos meses seré tía de una niña que conoceré por fotos pero sé que todo va a estar bien porque así dispuesto está. Sin importar la distancia, los planes de cada una, la familia que formamos cada quien, Nani es y será mi amiga para toda la vida sin importar nuestras ocupaciones.

Para todos aquellos que tienen amigos, cuídenlos siempre... un verdadero amigo se vuelve familia e incluso hace más por el que en realidad comparte tu sangre.

Siempre elogiaré una frase que me enseñó mi maestro de básica desde 4to grado: "UN AMIGO DE VERDAD ES FELICIDAD POR SIEMPRE"... y cuán cierta es.

Feliz día del amor y la amistad a mi grupo selecto de lectores que siempre tienen algo positivo para mí... ¡los quiero y los bendigo!

Lic. Mary Gil, CNP 20.589

mariangelgilzamora@gmail.com