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Rafael en Bio
Martes, 31/10/2023 La eyaculación precoz la entendemos como un trastorno en el orgasmo que consiste en la incapacidad de controlar el momento de la eyaculación, ocasionando decepción, rabia y pérdida de autoestima en el hombre (y su pareja), llegando a convertir el encuentro sexual en algo frustrante y sin placer, consecuencia del miedo a eyacular. Incluso este miedo a “fallar de nuevo” puede ocasionar trastorno en la erección.
Este trastorno puede ser de tipo primario si siempre ha estado presente durante la vida sexual del hombre o secundario si ha aparecido después de un tiempo de sexualidad sin inconvenientes. También es importante aclarar que todos los hombres en algún momento hemos podido haber tenido un encuentro sexual vivido con apremio o ansiedad y en el que la eyaculación se haya presentado antes de lo esperado, lo que para nada significa que se padezca del trastorno.
Para comenzar a superar este problema, desde la perspectiva que nos brinda la Biodescodificación Biológica, es importante saber que la eyaculación precoz tiene un sentido biológico de supervivencia y adaptación a un entorno específico, como es: “Tengo miedo o la necesidad de reproducirme antes de que llegue el depredador o el rival sexual y me mate mientras me estoy reproduciendo”. Aquí encontramos el llamado conflicto del “lobo segundón”, que no tiene derecho a la hembra, por lo que debe poseerla y reproducirse rápido para no ser descubierto por el lobo alfa.
En consecuencia si se presenta la eyaculación precoz, necesariamente se han vivido o se están viviendo situaciones conflictivas en las que se siente presionado por otros y donde cobra relevancia la figura de tener o haber tenido un “padre castrante” (el lobo alfa). Es decir un padre que fue ofensivo, autoritario, que humillaba y golpeaba e incluso irrespetuoso de la privacidad, que se encargó en muchas oportunidades de recordarle al hijo que esa casa era de él, que él era quien mandaba y decidía. Quizás abrió la puerta del baño y te sorprendió masturbándote, por lo que te gritó regañándote, humillándote y golpeándote por eso. Ocasionando además que por esa práctica sexual te sientas “culpable” porque en tu interior lo percibes como algo “malo” o “prohibido”, pero como lo prohibido siempre tiene una atracción fuerte, intentas vivirlo de nuevo.
¿Cómo vas a tener tiempo de disfrutar de la sexualidad si tienes grabado en el inconsciente que no puedes tener ni un minuto de privacidad ni placer, porque estás esperando que llegue papá, abra la puerta, te sorprenda e interrumpa?
También puede que te impongas más presión y nerviosismo por tu deseo de un buen desempeño sexual con tu pareja, queriendo “probarte a ti mismo” y a tu pareja “de lo que eres capaz de hacer”, consiguiendo en consecuencia resultados opuestos.
Otro aspecto a analizar es en el “Proyecto Sentido”, situaciones vividas por nuestros padres al engendrarte o durante el embarazo. ¿Eres producto de una relación sexual apurada? Es decir un “rapidito”. O quizás mamá estaba desesperada por quedar embarazada y aun sin tener placer, durante la relación sexual solo estaba centrada en ese fin, salir embarazada de una vez. Por lo que terminó “imprimiendo” en ti la orden de "penetrar y eyacular es lo importante", programándote para dejar de lado el placer y el tiempo.
En algunos casos podremos encontrar que varios miembros de la familia sufren el problema, lo que nos puede llevar a entender que su procedencia es transgeneracional, por lo que corresponderá ubicar al ancestro de nuestro árbol genealógico que tuvo un padre castrante o una madre con urgencia por salir embarazada.
Aparte de ubicar y resolver el conflicto que programó esa eyaculación precoz, es importante que hagas consciente que los encuentros sexuales no dependen de un resultado, solo disfruta el momento sin esperar nada, practica ejercicios de meditación y relajación, esto te ayudará darle la importancia que se merece “tomarte tu tiempo”. Puedes relacionarte con tu cuerpo sin culpa ni apuro y toma conciencia de lo que haces diariamente. ¿Lo disfrutas o lo sientes como una obligación? ¡Ya es tiempo de hagas lo que te gusta!
Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico. Si es de su interés el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.
Rafael EN BIO
rafael.biomagnetismo@gmail.com