La sorpresa más agradable fue que en esa tarima estaríamos más de veinte parejas de bailadores de joropo de los pueblos de Los Valles del Tuy y de Guatire. La mayoría de nosotros estábamos trajeados en lo que llamamos gala: Liki Liki, los caballeros y vestidos tradicionales las damas. Las edades iban desde niños hasta algunos bailadores reconocidos que tenemos más de cuarenta años en las diversas salas de baile.

Cuando llegó el momento, tomamos esa tarima principal e hicimos nuestra muestra. Al final, preguntamos a varios de los participantes sobre su opinión y nos dijeron lo siguiente:

José Antonio Ramirez, joven aprendiz de canto de nuestra Escuela de Saberes de Miranda: señaló que ese era un gran evento y que se sentía complacido al haber participado. Agregó que se lleva la visión de que tenemos un país unido en la cultura. Agregó que le gustó mucho ver tantos grupos de baile y aprender otros bailes que no conocíamos. Fue una tremenda experiencia haber compartido con todos esos grupos de baile.

Merly Martínez, bailadora también de nuestra Escuela, dijo que particularmente le encantó haber aprendido de otras culturas de otros estados y haber compartido con las otras personas. Se vio que no hubo egoísmo ya que todos estábamos pendientes de todos y colaboramos unos con otros.

Finalmente pedimos la opinión de Yanet Villalta, quien dirige la Fundación Benigna Villalta, escuela de joropo en Guatire, dijo que considera que un evento como éste es algo nunca visto. Es una experiencia única vivida. Contó que aprendió que en la unión esta la fuerza y la cultura es algo súper maravilloso que debemos llevarla siempre en alto y evitar que desaparezca. Hay muchas manifestaciones que demostrar acá en nuestro país. Tenemos que apoyar a nuestra cultura y sus manifestaciones en todo el sentido de la palabra.

Carlos Torrealba, Edilia Torrealba

, edimendez67@gmail.com