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Rosa y sus cosas
Lo Valles del Tuy, 8/10/2022 Crecí bajo la creencia de que tener relaciones sexuales era malo, pero mucho más si se trataba de ancianos o para no hacerlo tan dramático, personas de la tercera edad. Sin embargo, a medida que me fui desarrollando como ser pensante, me di cuenta de que solo se trataba de tabúes en mi familia, porque si realmente era tan terrible, entonces: ¿Cómo había llegado yo a esta tierra?
Lo que sí es bien cierto, que cuando se convive con personas prejuiciosas siempre nos queda un remanente del mismo por allá por las profundidades de nuestra mente. Así que comencé a documentarme sobre la sexualidad humana, leyendo sobre el tema en toda la literatura que llegaba a mis manos, pero hasta hace poco me di cuenta de que entre lo leído, conversado o escuchado en alguna charla al respecto, nunca se mencionó nada sobre la sexualidad en el adulto mayor. Más bien, lo poco que se hablaba del asunto, se terminaba en hacer malos chistes al respecto.
Los tiempos han cambiado y a raíz de la invención de la pastilla azul, las cosas mejoraron para los hombres quienes realmente llevaban la peor parte al llegar a su ancianidad, pues, se decía que eran los que perdían potencia y virilidad muchas veces antes de llegar a los 60.
Recientes investigaciones confirman que realmente la sexualidad depende de muchos factores, como la salud, la disponibilidad de un compañero(a) sano(a), la personalidad, factores socioculturales, nivel de educación, prácticas e intereses previos y grado de satisfacción con la vida, que en el anciano es muy importante, dado que es el ser humano cuya calidad de vida depende más del medio externo y ha llevado una vida saludable todo le va a ser satisfactorio. También está el hecho de que vivimos en una sociedad inconforme, llena de mitos y prejuicios, que cuando ven a una pareja de ancianos enamorarse los tildan de viejo verde o viuda alegre, sin detenerse a pensar que lo único que se envejece es el cuerpo y que el alma, las emociones y sentimientos permanecen intactos e inquebrantables. A esta edad enamorarse no debe verse con morbo, es fundamental que las personas reconozcan que amarse en la ancianidad, más que una atracción sexual, es la necesidad de la compañía, el dormir juntos, abrazarse, sentirse queridos, es la necesidad de una protección afectiva es el estar juntos hasta el final de la vida.
En la edad avanzada existe amor, más no pasión, se ama de manera profunda. Son pocas las peleas o desavenencias porque las palabras son más sinceras, la fluidez con la que se habla es mayor porque se habla con el lenguaje del amor. Muchas veces una mirada o una caricia valen mucho más que una frase de amor. La mejor zona erógena está en la mente (eso lo leí hace poco en un artículo de una revista de salud), y ningún fármaco ni terapia surten efecto cuando se pierde la capacidad de amar.
Así que si está solo(a) y tiene algún ojito echa'o por ahí, éntrele, que después de esta edad lo que sale es crematorio y ese si será “el último polvo”.
Rosalinda González
rosalinda2507@gmail.com
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