Jueves, 7/3/2024 Una historia de Fernando Grados L.

Hola amigos lectores, la pequeña aventura de hoy comienza así: Hace mucho tiempo cuando los españoles colonizaron el maravilloso imperio incaico, un científico europeo retorna a España acompañado de un niño que era un “auki o príncipe” llamado Mayta Kosko, que tan solo tenía 8 años.

Era un niño de gran inteligencia, no presentó temor ni asombro de estar en un lugar desconocido, adquiriendo el idioma castellano fácilmente. Estaba rodeado de científicos, los cuales lo ubicaron en el centro de la mesa para interrogarlo, se lamentaron de que el niño no conocía las hadas y éste subiéndose a un pupitre los recriminó a todos por invadir su pueblo y dijo: “Si sus niños aquí tienen sus hadas, nosotros tenemos a nuestra diosa, la cual me dijo: que los llevara al palacio del oro si me dan la libertad”.

Todos halagaron al niño quien los dirigió a la gran selva, escabulléndose de ellos, se refugió en el Machu Picchu mirando a los invasores que se alejaban sin haber conseguido el oro.