Escucha nuestra radio on line Somos del Tuy Radio - De Los Valles para ti
Rafael en Bio
Miercoles, 7/6/2023 Una de las ramas que comprende el enfoque de la Biodescodificación es el estudio del Transgeneracional y, dentro de éste encontramos la influencia en nuestras vidas e inconsciente de las memorias y etiquetas que suponen los nombres que nos han puesto.
Desde la perspectiva Transgeneracional, se entiende que heredar el nombre de otro ancestro nos iguala y nos convierte en dobles de esa persona. Evidentemente, de manera consciente la familia nos otorga el nombre de ese abuelo, de esa tía, de la madre o el padre con el objeto de honrarle y perpetuarle de alguna manera. No obstante, desde el inconsciente familiar estamos recibiendo el mandato de “eres continuación de tu ancestro, eres como él, por lo que repetirás o repararás lo que él vivió”. Es decir nos colocan un traje que finalmente delimita y caracteriza nuestra individualidad.
A nivel de proyecto sentido, es decir la misión inconsciente que nos han entregado nuestros padres desde nuestra concepción hasta el momento de nacer, los nombres que nos dan suelen esconder parte de esa misión y nos pueden dar pistas de lo que se espera de nosotros, por supuesto de forma inconsciente.
Además, el nombre que nos den puede también darle significado a la forma como se espera que llevemos la vida. Si te llamas María se espera que seas pura; que Dolores, sufra; Socorro, necesite ayuda; Remedios, sane o solucione y, Salvador, nos salve. Y con ese mismo sentido encontramos una variedad de nombres que tienen una carga inconsciente como Ángel, Purísima, Inmaculada, Milagros, Consuelo, etc.
Junto al nombre se otorga una identidad, por eso es importante considerar que el que elegimos para nuestros hijos, tanto si es el de un antepasado o el de nosotros mismos, de una amistad muy querida, de una antigua pareja, un santo o incluso el de un personaje famoso, sea histórico o proveniente de esa novela que nos gustó, va acompañado por un contrato inconsciente, que puede terminar limitando e imponiéndole un sentido a la vida de la persona.
La elección del nombre, aún cuando intentemos racionalizarla de alguna manera, siempre se constituirá en una especie de plan o proyecto inconsciente, que también puede ser positivo, y que habla de emociones que se transmiten de padres a hijo (a), donde subyacen “los no dichos” y “los problemas no resueltos” (para que no caigan en el olvido).
En consecuencia, esas misiones y etiquetas que nos definen o esos referentes que debemos seguir, pueden determinar mucho de lo que experimentemos en la vida, que repitamos historias, las parejas que tengamos, los trabajos que elijamos, formas de comportamiento e incluso enfermedades.
Te invito a investigar que se esconde detrás de tu nombre, de esa identidad que papá y mamá te pusieron al nacer. Observa su significado y los detalles de la vida de los ancestros con quienes los compartes. Quizás, sorprendentemente, comiences a darte cuenta de muchas similitudes.
Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico. Si es de su interés el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.
Rafael EN BIO
rafael.biomagnetismo@gmail.com