Procrastinación del corazón: Falta de valores

Si la procrastinación viene del corazón, es porque no tienes valores claramente definidos o alineados contigo mismo. Los valores son aquello que valoras y consideras importante, como la honestidad, la perseverancia o la creatividad. Para superar esta causa, necesitas identificar cuáles son tus cinco valores principales. Si no sabes por dónde empezar, busca listas de valores en línea para inspirarte. Una vez tengas claridad en tus valores, estos se convertirán en el combustible que te mantendrá en movimiento.

Procrastinación de la mano: Déficit de habilidades

Por último, si la procrastinación viene de la mano, esto significa que careces de las habilidades necesarias para actuar. No importa cuán claros sean tus objetivos o cuán definidos estén tus valores; necesitas desarrollar habilidades específicas. Además, no basta con practicar por tu cuenta: necesitas retroalimentación para llevar esas habilidades al siguiente nivel. Aquí es fundamental buscar mentoría o apoyo de expertos que te guíen y te ayuden a perfeccionar lo que necesitas para alcanzar tus metas.

La procrastinación puede ser un obstáculo frustrante, pero al comprender sus posibles causas, puedes tomar medidas para superarla. Pregúntate si tu procrastinación proviene de la cabeza, el corazón o la mano, y luego enfócate en abordar la causa raíz. Con claridad, valores y habilidades, puedes vencer la procrastinación y alcanzar tus metas.

Evalúate…

Este y otro principio estoico los podrás leer en la biografía de Marco Aurelio

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Adolfo Gelder

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