Aquí te voy a desafiar porque, aunque no lo creas...

No es tan complicado como imaginas.

Simplemente te has estado haciendo la pregunta incorrecta.

Probablemente la pregunta que te haces es:

“¿Cómo puedo dejar de procrastinar?"

“¿Cómo puedo dejar de ser adicto al azúcar, videojuegos, harinas, redes sociales, etc.…?"

“¿Cómo puedo cambiar mis malos hábitos?”

Esas no son malas preguntas, pero tampoco son buenas para obtener una respuesta verdaderamente útil.

Hoy te quiero compartir la pregunta que más me ha servido para dejar de procrastinar y sabotearme con dopamina barata e inmediata:

¿Cuándo suelo procrastinar y descarrilarme con malos hábitos y cómo me puedo asegurar de seguir haciendo lo mismo?

Seguramente lo lees y vas a creer que estoy loco pero esa pregunta es demasiado poderosa.

Esto es lo que yo respondí:

A) Cuando tengo tiempo de sobra sin tener preparado o agendado algo por adelantado

B) Cuando puedo salirme con la mía sin sufrir mucho (puedo perder mucho sin sufrir y por eso es peligroso, porque si no sufro no me va a importar en lo absoluto la pérdida).

Cuando respondí eso me di cuenta que tenía que diseñar intencionalmente una vida, una rutina diaria y un horario donde no hubiera oportunidad alguna de salirme con la mía para procrastinar.

Y si lo hacía, que las consecuencias fueran graves.

Si realmente queremos terminar con este mal no podemos darnos el lujo de tener tiempo de sobra para si quiera pensar en tonterías.

Si pudieras mirar mi horario de estos últimos 8 días:

Verías que no tengo tiempo para jugar videojuegos, ver Netflix, ver NOPOR, andar navegando como zombi en redes sociales, etc.….

No tengo tiempo de despertarme y pensar “mmmm…veamos qué podemos hacer ahora para comenzar el día”.

De sólo ver mi calendario al despertar ya sé qué hacer y si no lo hago se me arruina todo el plan.

No me doy si quiera la oportunidad de pensar un poco.

Voy directo a la acción

Y si procrastino y me distraigo con malos hábitos las consecuencias son graves.

Si como comida chatarra, me emborracho o me pongo a ver contenido basura lo siento porque literalmente todos los días tengo compromisos agendados que me van a cobrar factura si los hago desvelado, distraído y con nulo enfoque.

En pocas palabras…

Si me salgo de mi rutina, lo pago.

El precio y las consecuencias de procrastinar son altos (no porque me guste y lo disfrute sino porque me conviene a largo plazo).

Cuando lo pongo en una balanza…simplemente no vale la pena.

He diseñado mi vida a tal punto donde prácticamente no tengo tiempo para hacer tonterías.

¿Tú como tienes diseñada tu vida?

¿Tienes preparado por adelantado un plan para evitar caer en las tentaciones que te distraen y desvían de tu camino?

¿Cuál es tu plan?

Si no tienes un plan, ahora entiendo por qué te cuesta tanto romper con el bucle de la procrastinación.

“Adolfo estás loco. Te estás yendo al extremo. Eso de tener todo agendado no es vida.”

Sí, tienes razón. Me fui al extremo.

Pero ¿tú crees que es vida el vivir lamentándote por desperdiciar tu potencial?

¿Sí es vida usar el recurso más valioso que tienes (el tiempo) viendo la vida de otros en redes sociales y emocionándote sobre cómo otros conquistan sus metas en el baloncesto cuando tú no conquistas ni a la vecina fea?

No tienes que hacer lo mismo que yo. Yo sólo te estoy compartiendo lo único que a mí me ha funcionado.

Pero si has intentado de todo y simplemente no puedes dejar de tirar tu tiempo, energía y masculinidad por el poceta cada vez que te masturbas....

¿No crees que llegó el momento de tomar una medida extrema?

Si no estás dispuesto a hacerlo no tienes derecho a quejarte de seguir igual.

Este y muchos temas más sobre los principios estoicos los pueden leer en la biografía de Epicteto

Fuentes consultadas:

Google

Gustavo Vallejo

@adogel

Adolfo Gelder

adogel@gmail.com