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Opinión
Los Valles del Tuy, 27/03/2022 Uno de los tesoros más grandes que se tiene es la salud, el contar con un estado de bienestar que nos permita una existencia plena, sin embargo, hay situaciones o acontecimientos de índole interno o externo que pueden jugar en contra de ésta, por ejemplo, un gran estado de estrés, una crisis emocional, una dolencia física, entre muchas otras.
Dentro de las enfermedades que pueden afectar la salud se encuentra una cuya presencia es exclusiva en la mujer, nos referimos al cáncer de cuello uterino un enemigo silencioso y mortal, que en la población femenina venezolana sin lugar a dudas representa en los actuales momentos una sentencia de muerte.
Este tipo de cáncer se desarrolla en las células del cuello uterino, la parte inferior del útero que se conecta a la vagina, y cuya principal causa de aparición son algunas cepas del virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual que juega un papel importante como agente desarrollador de la mayoría de tipos de cáncer de cuello uterino.
Cuando se expone al virus del papiloma humano, el sistema inmunológico del cuerpo generalmente evita que el virus haga daño, sin embargo, en un pequeño porcentaje de personas, el virus sobrevive durante años, contribuyendo al proceso que hace que algunas células del cuello uterino se conviertan en células cancerosas.
La comunidad médica nacional e internacional coincide en que una detección temprana puede ayudar a mejorar las posibilidades de curación de la enfermedad y las expectativas de vida de la mujer que la padece, caso contrario ocurre en nuestro país, donde en la actualidad los centros de salud públicos no cuentan ni con el personal médico esencial, ni mucho menos con los insumos básicos para atender a la población que acude a sus instalaciones.
En el caso de las mujeres es un hecho comunicacional las continuas manifestaciones de aquellas que padecen no solo este tipo de enfermedad, sino muchas otras de tipo oncológicas, porque no cuentan con la posibilidad de realizarse sus exámenes ni con los medicamentos, colocándolas en especie de un corredor de la muerte esperando el desenlace fatal solo por la negligencia del gobierno de turno.
Es propicia la ocasión para recordarles a la población femenina tanto de la geografía mirandina como nacional, la importancia de realizarse los exámenes médicos de rutina especialmente el Papanicolaou, para prevenir este tipo de cáncer, toda vez que el pasado 26 de marzo se celebró el Día Internacional de la Prevención contra el Cáncer de Cuello Uterino una fecha para despertar la conciencia sobre esta terrible enfermedad.
De esta forma nos despedimos hasta la próxima oportunidad, y recuerden a cuidarse, que al cuidarse nos cuidamos todos. Dios y la Virgen María los bendiga y proteja.
Nicolás Castro, Miguel Palacios
ndcd2406@gmail.com, shjmiguelacios78@hotmail.com
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