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Opinión
Jueves 6/3/2025 Nunca pensó que, por impedir su ingreso al bus por la incomodidad de cargar la silla de ruedas, recibiría una compensación.
Ronald Hernández, venezolano de 47 años, con una incapacidad motora por efectos de un disparo en la columna vertebral, acostumbra a viajar en la línea San Diego que pasa por el frente de su casa. Para ello, los colectores y choferes del bus ayudaban para que el pasajero subiera con su silla de ruedas, todos los días.
En uno de esos días cruzados por el destino, a Ronald no se le permitió subir la silla al bus; por lo que no pudo hacer el viaje para vender caramelos y confiterías en las inmediaciones de la plaza Simón Bolívar de Santa Teresa, como suele hacer a diario para conseguir el sustento de su familia.
Esto condujo al joven con discapacidad motora a colocar la denuncia en el puesto policial de la plaza; acto seguido, la policía actuó en consecuencia y extendió una citación a los directivos de la línea de transporte para pedir explicación por tan denigrante acto.
La citación fue atendida por los directivos de la línea, resultando en una amonestación, disculpas al joven afectado; y comprometidos a subsanar la ofensa con una compensación.
La sorpresa para Ronald fue cuando la directiva de la línea San Diego se presentó, en horas de la mañana, del viernes 28 de febrero, para resarcir los daños, con la donación de una silla de ruedas, nueva de paquete; lo cual estremeció los sentimientos del agraviado, quien no pudo ocultar que las lágrimas afloraran, por la alegría.
Así mismo, los integrantes de la Asociación Civil Consejo de Trabajadores de la Economía Popular del municipio Independencia, presidida por Yulimar Niño; quienes, en solidaridad con el agraviado, hicieron una colecta entre los afiliados para sumarse a la donación, con buena cantidad de confitería para fortalecer el negocio de Ronald; aumentando así su alegría.
Con este gesto, por parte de los directivos de la línea de transporte, el aporte de los comerciantes informales; y la oportuna y aleccionadora participación del Comisario de la Policía Municipal, Larry Suárez, y demás agentes de este Cuadrante de Paz; confluyen los elementos que la ciudadanía aspira se concrete por siempre para exaltar la convivencia, la disciplina, el respeto al prójimo; especialmente, la solidaridad. Valores que deben trascender en esta sociedad convulsionada y maltrecha.
Es así como una infracción en la prestación del servicio, sea cual fuere, se convierte en un acción plausible.
Ronald sigue, viajando en la línea, el chofer y el colector de la unidad de transporte tienen la gentileza de ayudarlo con la silla de ruedas para alcanzar su puesto en el autobús; y sigue vendiendo sus chucherías en las inmediaciones de la plaza Simón Bolívar.
Rafael González
rafagonrg@gmail.com
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