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Internacionales
06/08/2024 En un giro histórico para la nación, Bangladesh celebra con júbilo la reciente liberación del país de quienes ha dominado la política durante los últimos años. La caída del gobierno marca el inicio de una nueva era para el país, llena de esperanza y expectativas para una transición hacia un sistema democrático y participativo.
La primera ministra Sheikh Hasina dimitió y huyó del país este lunes 5 de agosto, en medio de masivas protestas antigubernamentales que han sacudido la nación en las últimas semanas. La represión de estas manifestaciones, que inicialmente surgieron en contra de las cuotas de empleo y rápidamente se transformaron en un clamor por su caída, dejó a cientos de manifestantes muertos y miles heridos. En un desesperado intento por escapar de la presión popular, Hasina abandonó el país en helicóptero, dejando a Bangladesh en un momento crítico.
El régimen de Hasina, que a menudo manifestó tendencias autoritarias, se destacó por graves abusos a los derechos humanos, asesinatos extrajudiciales y desapariciones forzosas. Estos abusos intensificaron las protestas y llevaron al país a un punto de quiebre.
La respuesta a esta crisis ha incluido el anuncio del ejército sobre la formación de un gobierno interino para guiar a la nación a través de esta etapa de transición. El titular de la ONU ha hecho un llamado a una transición pacífica, ordenada y democrática, buscando asegurar que el país avance hacia un sistema que respete los derechos humanos y promueva la justicia social.
Durante el período de mandato, Bangladesh enfrentó desafíos significativos, incluyendo restricciones a las libertades civiles, censura de medios y violaciones de derechos humanos. La transición hacia una nueva era se ha recibido con un renovado sentido de optimismo y el deseo de reconstruir una nación basada en la equidad y la participación ciudadana.
Los líderes de la oposición, junto con figuras destacadas de la sociedad civil y organizaciones internacionales, han celebrado este momento como un hito fundamental en la historia del país. La liberación ha sido acogida con una serie de manifestaciones públicas y eventos que reflejan el entusiasmo y la esperanza de una nación en reconstrucción.
El próximo desafío para Bangladesh será consolidar las bases de un sistema democrático robusto. Los ciudadanos están llamados a participar activamente en la formación de nuevas estructuras gubernamentales y en la implementación de reformas que aseguren el respeto de los derechos humanos y la promoción de la justicia social.
La comunidad internacional ha expresado su apoyo a la transición democrática en Bangladesh, ofreciendo asistencia y cooperación para ayudar al país en este crucial proceso de reconstrucción. Se espera que el respaldo internacional refuerce los esfuerzos para garantizar una transición pacífica y exitosa hacia un futuro más prometedor.
Fuente: La Razón
Rebeca León
Rbetl64@gmail.com
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