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Religión
Los Valles del Tuy, 17/10/2022 El miércoles 12 de octubre se realizó en todo el territorio nacional la gran "Marcha para Jesús". Fue un evento extraordinario donde el pueblo cristiano salió a la calle a proclamar que Jesucristo es el Señor y Salvador de Venezuela. Fue increíble la asistencia a este magno evento. Aproximadamente hubo 7.000 personas en la concentración de Charallave, 6.000 en Los Teques, 5.000 en Guarenas, 5.000 en Guatire, 2.000 en San José de Barlovento, sin contar con la avalancha de gente que salió a marchar en la ciudad capital.
Salimos a marchar con propósitos específicos. No salimos a marchar simplemente para tomarnos fotos, o compartir con los amigos, para "cumplir" con una obligación o simplemente para pasarla bien o distraernos. Salimos a marchar porque amamos a Venezuela. Salimos para orar y bendecir a nuestra amada nación. Salimos porque creemos que Venezuela es una tierra de gracia donde la prosperidad y salvación de Dios llenan nuestro territorio.
Actualmente muchas "organizaciones" salen a marchar en contra de la vida y a favor del aborto, otros salen a marchar para "defender" sus prácticas e ideologías inmorales y otros más salen a marchar para protestar por sus desgracias y maldecir a nuestros gobernantes. Venezuela necesita que más gente salga a la calle a defenderla, a orar por ella, a bendecirla, a amarla y sobre todo a buscar la unidad de los venezolanos de buen corazón que anhelamos ver a nuestra tierra prosperando y bendecida.
Hoy también honro a todos aquellos servidores y pastores quienes de corazón y con humildad salieron con gran alegría a dar lo mejor por nuestra amada patria venezolana. Ayer oramos por nuestra nación y todos los días lo seguimos haciendo. Seguiremos en la calle orando, bendiciendo y trabajando por este país hermoso.
La verdadera iglesia cristiana debe estar en la calle con los necesitados, con los que tienen el alma herida, con los desesperanzados, con los angustiados, con los que sienten que sus vidas ya no valen, con las familias destruidas. Ahí debemos estar abrazándoles y diciéndoles que Cristo es su paz, refugio y salvación. ¡Esa es nuestra misión de vida! ¡Venezuela es de Dios!
Ángel Espinoza
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