Es así como a diario vemos a hombres y mujeres, generalmente jóvenes, instalados en las puertas de un establecimiento comercial, teniendo como herramientas el micrófono y el amplificador de sonido, dispuestos a promocionar los productos y bienes de servicios de sus clientes.

En un principio, la forma indiscriminada para la prestación de este servicio fue creando un ambiente anarquizado que choca con las normas de convivencia ciudadana, las cuales están reguladas por una Ordenanza Municipal; convertida en letra muerta, desde hace mucho.

Fue entonces cuando comenzaron a aparecer las quejas y reclamos por el estruendoso ruido que tenían que soportar vecinos y transeúntes al pasar o vivir cerca de locales comerciales que exhibían enormes cornetas de sonido con el volumen a “toda mecha” y otros tipos de espectáculos.

La dinámica social, la presión ciudadana y los partes policiales conllevaron al gobierno municipal a desempolvar la referida ordenanza, generando así cierto control sobre este tipo de actividades. Pero, entonces surgen las restricciones para la prestación del servicio, en detrimento de quienes estaban frente al micrófono cumpliendo con un trabajo digno para llevar el sustento a su casa.

La exigencia del permiso, el pago de un tributo a la municipalidad y la discrecionalidad de funcionarios para aplicar la norma, se convirtieron en trabas e impedimentos para el trabajo.

Surge la iniciativa de los ciudadanos José Luis Herman, Julio Cesar Molina, Gerson José Rodríguez, Mardelys Contreras, Antony Solorzano; entre otros promotores de esta actividad, de buscar apoyo para legalizar la prestación del servicio en el municipio Independencia. Es cuando llegan a la Cámara de Comerciantes e Industriales, logrando una entrevista con su presidente, José Eduardo De Andrade, y el secretario de organización Celestino De Abreu; quienes escucharon sus peticiones.

Entre las peticiones de los animadores y locutores destacan: Apoyo para constituirse como contribuyentes formales ante la administración de rentas municipales; apoyo jurídico para conformar una Asociación Civil con responsabilidad jurídica; ser incluidos en la Base de Datos de la Cámara de Comerciantes como afiliados; y libertad para ejercer el oficio en todo el ámbito del municipio Independencia.

Ante estas peticiones en el seno de la reunión, realizada el pasado lunes 31 de julio en las oficinas del gremio empresarial, surgió la buena disposición de elevar la inquietud de los emprendedores ante la autoridad local, por parte de los dirigentes gremiales.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com