Por razones de salud y otros inconvenientes de logística, dice la informante, el Club de Abuelos de esta fundación tenía paralizadas las actividades; pero, ya nos reactivamos, y seguimos con la rutina de atender a los abuelitos.

En esta oportunidad, dice Díaz, nos concentramos en la celebración del Día del Adulto Mayor; aunque un poco retrasados. Organizamos el acostumbrado Compartir de todos los años, en alianza con la Fundación Para el Desarrollo Armónico de los Valles del Tuy (Fundatuy), que preside el profesor Rafael González.

Como siempre, apelamos al espíritu bondadoso de la sociedad civil del municipio Independencia, que respondió muy bien con la colaboración de los insumos para la celebración; destacando en esta oportunidad la cooperación de luchadores sociales y dirigentes políticos locales, que mostraron el rostro humanitario para con los abuelitos durante la celebración.

Los abuelos, además de disfrutar el momento con música bailable, sacando fuerzas para echar un pie; recibieron donativos de ropa, enseres, utensilios del hogar y productos alimenticios. Pero, no podía fallar el suculento sancocho que prepararon ellos mismos, con la sazón de la receta de antaño. También recibieron el servicio de la medición de la tensión arterial, por la cooperación del concejal Juan José Granado, la señora Graciela Salas y su equipo de primeros auxilios.

Es justo reconocer, dice la presidenta de la fundación, el apoyo que nos brindó el señor Federico Muñoz y su equipo, al facilitarnos la casa para la reunión; así como el apoyo de la Cámara de Comercio y algunos de sus afiliados. Agradecemos también al profesor Asael Méndez y su equipo que se esmeraron en atender a los abuelitos; especialmente al señor Augusto Torlone, quien nos facilitó el sonido y la música, para pasar un momento agradable. Entre otros colaboradores que mostraron su bondad para con el adulto mayor. Agradecida con todos.

Nuestra fundación, dice Díaz, tiene planes de crecimiento para todos Los Valles del Tuy, en alianza con otras agrupaciones, asociaciones civiles, orientadas a la atención de esta población de ciudadanos, que en sus mejores momentos fueron la guía del núcleo familiar; y que hoy día requieren ser atendidos con amor, sentirse vivos y fortalecer el espíritu.

La meta de nuestra fundación es conseguir una sede propia donde podamos hacer nuestras actividades, dar a los abuelitos la herramienta y la oportunidad de llevar a cabo proyectos autosustentables, que le sirvan para mantenerlos en formato útil; que puedan retomar el oficio o desarrollar las destrezas y habilidades que tuvieron en algún momento. No somos una fundación solo para hacer fiestas, bailes y sancochos; también nos preparamos para afrontar la vida que nos ha proporcionado Dios, y dejar de ser una carga para la familia y la sociedad. Terminó diciendo la informante.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com